¿Qué hacer con infección dental?

Síntomas de una infección dental
Una infección dental puede manifestarse de varias formas. Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor intenso en la pieza afectada o en la mandíbula.
- Sensibilidad al frío, calor o presión.
- Inflamación en las encías o el rostro (puede extenderse a mejillas o cuello).
- Mal sabor de boca o mal aliento persistente.
- Fiebre o malestar general en casos graves.
Ejemplo: Si al morder sientes un dolor punzante en una muela y notas hinchazón en la encía, podrías estar ante un absceso dental.
Causas más frecuentes
Las infecciones suelen originarse por:

- Caries no tratadas que alcanzan la pulpa del diente.
- Fracturas dentales que exponen el nervio.
- Enfermedad periodontal avanzada (gingivitis o periodontitis).
- Complicaciones post-tratamientos (ejemplo: endodoncia mal sellada).
Dato clave: El 85% de los abscesos dentales se deben a caries profundas, según la OMS.
Pasos inmediatos ante una infección
- Consulta a un odontólogo en menos de 24-48 horas. Las infecciones pueden propagarse rápidamente.
- Usa enjuagues con agua tibia y sal (1 cucharadita en 250 ml) para reducir bacterias.
- Evita el calor local (compresas calientes), ya que aumenta la inflamación.
- Toma analgésicos como ibuprofeno (si no hay contraindicaciones), pero nunca coloques aspirina directamente sobre la encía.
Consejo: Si tienes fiebre alta o dificultad para trabar, acude a urgencias; podría ser una celulitis facial (infección en tejidos blandos).
Tratamientos profesionales
Según la gravedad, el dentista puede recomendar:
- Antibióticos: Para controlar la infección bacteriana (ejemplo: amoxicilina con ácido clavulánico).
- Endodoncia: Si la infección afecta el nervio pero el diente puede salvarse.
- Drenaje del absceso: Se realiza una pequeña incisión para liberar el pus.
- Extracción: En piezas muy dañadas o con infección recurrente.

Nota: Los antibióticos no curan la infección por sí solos; siempre requieren tratamiento dental complementario.
Prevención a largo plazo
Reduce riesgos con estas prácticas:
- Cepillado 3 veces al día con pasta fluorada y uso de hilo dental.
- Revisiones dentales cada 6 meses (o 1 año mínimo).
- Limpieza profesional anual para eliminar sarro.
- Evita alimentos altos en azúcar y tabaco, que debilitan el esmalte.
Ejemplo: Un estudio en Journal of Dental Research demostró que el uso diario de hilo dental reduce un 40% el riesgo de infecciones gingivales.
Mitos comunes
Desmentimos creencias peligrosas:
- "Si el dolor desaparece, la infección se curó": Falso. Puede indicar que el nervio murió, pero las bacterias siguen activas.
- "Los remedios caseros sustituyen al dentista": Ningún enjuague o hierba elimina el pus acumulado.
- "Los antibióticos son suficientes": Solo controlan síntomas temporales.

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