Cuidar gato con problemas de circulación

Síntomas de problemas de circulación en gatos
Los gatos con mala circulación pueden presentar signos como extremidades frías, cojera intermitente o dificultad para saltar. Otros síntomas incluyen encías pálidas o azuladas, fatiga excesiva y pérdida de apetito. En razas como el Maine Coon o el Persa, que son propensas a cardiopatías, estos síntomas pueden agravarse rápidamente.
Causas comunes
Los problemas circulatorios en gatos suelen relacionarse con enfermedades cardíacas, trombos (coágulos) o diabetes. La miocardiopatía hipertrófica, frecuente en razas como el Ragdoll, reduce el flujo sanguíneo. La obesidad y el sedentarismo también son factores de riesgo. Un estudio de la Universidad de Cornell indica que el 15% de los gatos mayores de 10 años desarrollan trastornos circulatorios.
Cuidados esenciales en casa

Para mejorar la circulación, se recomienda:
- Ejercicio moderado: Juegos con varitas o pelotas para estimular el movimiento, evitando sobreesfuerzo.
- Dieta equilibrada: Alimentos ricos en taurina (presente en carnes) y bajo en sodio. Consultar con un veterinario para ajustar cantidades.
- Calor local: Mantas térmicas o almohadillas en zonas frías, sin exceder los 30°C para evitar quemaduras.
Tratamientos veterinarios
El veterinario puede recetar anticoagulantes como la aspirina en dosis controladas (nunca automedicar) o fármacos como el clopidogrel para prevenir trombos. En casos graves, la oxigenoterapia o cirugía son opciones. Para razas predispuestas, como el British Shorthair, se sugiere realizar ecocardiogramas anuales.
Adaptar el entorno
Un gato con problemas circulatorios necesita:

- Superficies antideslizantes: Alfombras o felpudos para facilitar el desplazamiento.
- Accesibilidad: Camas bajas y rampas para evitar saltos. Las razas grandes como el Noruego del Bosque requieren más espacio.
- Control de estrés: Evitar cambios bruscos en su rutina, ya que el estrés afecta la presión arterial.
Señales de emergencia
Acudir al veterinario inmediatamente si el gato presenta:
- Parálisis repentina en patas traseras (síndrome del trombo saddle).
- Respiración acelerada o babeo excesivo.
- Pérdida de conciencia o pupilas dilatadas.
Prevención a largo plazo
Revisiones veterinarias semestrales, mantener un peso ideal y evitar la exposición al frío extremo son clave. Para razas como el Sphynx, que carecen de pelaje, usar ropa térmica en invierno ayuda a mantener la temperatura corporal.
Deja una respuesta