Cuidar a un gato con artritis

Síntomas de la artritis en gatos
La artritis es una enfermedad degenerativa que afecta a muchas razas de gatos, especialmente a los mayores. Los síntomas incluyen cojera, rigidez al moverse, dificultad para saltar o subir escaleras, y cambios en el comportamiento, como irritabilidad o aislamiento. Algunos gatos dejan de usar el arenero si tiene bordes altos.
Ejemplo: Un gato con artritis puede evitar jugar o maullar al ser acariciado en zonas doloridas, como la cadera. Las razas grandes, como el Maine Coon, son más propensas debido a su peso.
Diagnóstico y tratamiento veterinario
Un veterinario realizará radiografías o análisis de sangre para confirmar la artritis. Los tratamientos comunes incluyen:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Solo bajo supervisión veterinaria, ya que algunos medicamentos para perros son tóxicos para gatos.
- Suplementos: Glucosamina o condroitina, que ayudan a regenerar el cartílago.
- Fisioterapia: Masajes o láser terapéutico para reducir el dolor.

Dato clave: Según un estudio de la International Journal of Applied Research in Veterinary Medicine, el 90% de los gatos mayores de 12 años muestran signos de artritis en radiografías.
Adapta el hogar para su comodidad
Pequeños cambios mejoran la calidad de vida de un gato con artritis:
- Camas cálidas y acolchadas: Ubícalas en zonas tranquilas, lejos de corrientes de aire. Las camas con memory foam son ideales.
- Rampas o escalones: Para ayudarle a subir al sofá o a su lugar favorito sin saltar.
- Arenero de entrada baja: Opta por modelos con bordes de menos de 10 cm de altura.
Ejemplo práctico: Coloca alfombras antideslizantes en suelos lisos para evitar caídas.
Alimentación y control de peso
El sobrepeso empeora la artritis. Elige piensos ricos en ácidos grasos omega-3 (como el salmón) y baja en calorías para razas propensas a la obesidad, como el British Shorthair. Mide las porciones y evita darle sobras.
Consejo: Usa puzzles de comida para ralentizar su alimentación y estimular su mente, combinando cuidados físicos y emocionales.

Ejercicio suave y enriquecimiento ambiental
Mantener la movilidad es crucial, pero sin forzar:
- Juguetes interactivos: Varillas con plumas que no requieran saltos altos.
- Sesiones cortas de juego: 5-10 minutos, 2-3 veces al día, adaptándose a su ritmo.
Dato: Un gato con dolor puede volverse menos activo; observa si se cansa rápido o jadea.
Señales de alerta y cuándo acudir al veterinario
Si notas estos síntomas, busca ayuda urgente:
- Negarse a comer o beber durante más de 24 horas.
- Llanto al moverse o inflamación visible en las articulaciones.
- Pérdida de control de esfínteres (puede indicar dolor severo).
Los cuidados paliativos, como la acupuntura, son opciones para casos avanzados.

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