Gato Safari Cat

Origen e historia del Safari Cat
El Safari Cat es una raza híbrida poco común, resultado del cruce entre un gato doméstico y el Leopardus geoffroyi (gato montés sudamericano). Surgió en los años 70 en EE.UU. con fines de investigación genética. A diferencia de otros gatos exóticos, su desarrollo se centró en estudiar resistencia a enfermedades. Hoy, es una raza rara debido a restricciones legales y complejidad en su crianza.
Características físicas únicas
Este gato destaca por su apariencia salvaje: pelaje atigrado con manchas oscuras (similar a un leopardo en miniatura), cuerpo musculoso y patas largas. Los ejemplares adultos pesan entre 11-15 kg, superando a razas grandes como el Maine Coon. Sus ojos almendrados, usualmente verdes o dorados, reflejan su herencia silvestre. Un dato curioso: mantienen su patrón de manchas desde cachorros hasta la edad adulta.
Comportamiento: ¿salvaje o doméstico?

Aunque heredan energía y agilidad de sus ancestros salvajes, los Safari Cat criados en hogares muestran rasgos afectuosos. Son curiosos, juguetones y requieren estimulación mental diaria. Ejemplo: resuelven puzzles de comida en segundos. Sin embargo, su instinto de caza es marcado; no se recomiendan en casas con aves o roedores. Socializan bien con humanos si se los acostumbra desde pequeños, pero pueden ser territoriales con otros gatos.
Cuidados especializados
Por su herencia híbrida, necesitan atenciones específicas:
- Alimentación: Dieta alta en proteínas (80% carne fresca o piensos premium para razas activas). Evitar carbohidratos en exceso.
- Ejercicio: Espacios verticales (estanterías, árboles para gatos) y sesiones de juego interactivo mínimo 30 minutos/día.
- Salud: Propensos a cardiomiopatía hipertrófica. Requieren chequeos veterinarios semestrales y vacunación rigurosa.
Nota: En algunos países, poseer un Safari Cat exige permisos especiales por su estatus de animal híbrido.
Diferencias con otras razas exóticas

A menudo se confunde al Safari Cat con el Bengalí o el Savannah. A diferencia del Bengalí (cruza con gato leopardo asiático), el Safari Cat tiene un cuerpo más robusto y menos vocalización. Comparado con el Savannah (híbrido con serval), es más pequeño pero con patrón de manchas más denso. Un truco para identificarlos: las orejas del Safari Cat son redondeadas, no puntiagudas como las del Savannah.
¿Es el Safari Cat adecuado para ti?
Esta raza es ideal para dueños experimentados que puedan ofrecer:
- Espacio amplio (preferiblemente casa con jardín seguro).
- Tiempo para entrenamiento basado en refuerzo positivo.
- Presupuesto para alimentación de calidad y veterinario especializado.
Contraindicaciones: familias con niños menores de 6 años (por su carácter impredecible) o dueños que pasan largas horas fuera de casa. Un caso documentado en España (2021) mostró que estos gatos pueden desarrollar ansiedad por separación si se quedan solos más de 5 horas diarias.
Datos legales y éticos
En la UE, la tenencia varía por país. España exige permiso de núcleo zoológico, mientras que en Italia está prohibido. Criadores éticos realizan pruebas genéticas para evitar consanguinidad. Advertencia: el mercado negro vende híbridos no documentados, lo que pone en riesgo la salud del animal. Siempre solicita certificados CITES y pedigrí antes de adquirir uno.
Deja una respuesta