11 veces que su gato precisa atención veterinaria urgente
Como saben, los gatos esconden sus dolencias a sus dueños hasta el desenlace. Solo los propietarios más experimentados y atentos pueden suponer que algo anda mal.
Aquí hay una situación habitual: un animal que en algún momento fue activo y sociable escaló a un rincón distante, se acorrucó en una bola, metió las piernas y ronroneó. ¿El capricho de un gato? No, lo mucho más probable es que ahora mismo la mascota de la familia tenga mal físico.
Otro punto esencial: vemos algunas señales de observación, pero no disponemos prisa por ver al veterinario. El eterno "quizás" se dispara: de súbito es un malestar accidental. Uno o dos días, el gato "se acostará" y todo va a desaparecer por sí solo. Pensamos que nuestro producto va a ser útil para todos los amantes de los gatos sin salvedad. Destacaremos 11 letreros cuando necesite dejar todo y apurarse en busca de ayuda calificada.
Respiración afanosa y "pesada"
Todos tienen la posibilidad de meterse en tal situación, tanto personas como mascotas. Si mira interrupciones obvias en la respiración, la cuenta se disminuye a minutos. El gato jadea, respira con dificultad notable, con la boca abierta, al paso que los lados del animal son propios, de forma frecuente se aprecia tos, en busca de ayuda urgente.
El gato no puede mear comunmente
La retención aguda de orina en los gatos está plagada de muerte, esto debe recordarse. En un caso así, los animales experimentan un dolor agudo e molesto. Si mira con calma y no hace nada, existe una amenaza real de desarrollar insuficiencia renal. Es recomendable detectar los problemas en una época temprana: la mascota orina fuera de la bandeja, sufre notablemente al orinar, se esmera, pero "exprime" solo una gota de orina, maúlla fuerte, se lame regularmente los genitales.
Signos claros de mal
Hemos observado previamente que los gatos suelen aguantar el dolor hasta el desenlace. Pero llega un momento en el que es realmente difícil aguantar más. El accionar de la mascota cambia drásticamente: maúlla fuerte, de manera persistente, aúlla, se esconde, no se deja levantar (como opción, tiene una reacción bruscamente al tocar la región dolorida).
Parálisis repentina de las patas traseras
Lo mucho más probable es que estemos comentando de tromboembolismo aórtico. Muy con frecuencia, la enfermedad se desarrolla como una complicación de la miocardiopatía hipertrófica. Signos concomitantes: síndrome de dificultad respiratoria aguda: contrariedad para respirar, sibilancias, etcétera., tal como incremento de la vocalización.
Negativa a comer y tomar
Casi siempre es una señal de observación de problemas graves. Debe comunicarse con su veterinario lo antes posible: es posible que tenga diabetes, insuficiencia renal, obstrucción intestinal y problemas hepáticos.
Vómitos y / o diarreas incesantes
De entrada, cualquier gato tiene la posibilidad de tener diarrea y vómitos. Cuando el hecho es puntual, es aconsejable simplemente observar al animal. Pero hablamos a casos en los que los vómitos o la diarrea se generan múltiples veces seguidas o no se detienen en lo más mínimo. Un instante particularmente preocupante es en el momento en que hay impurezas sanguíneas en la descarga.
Envenenamiento
Cuando haya razones para creer que el animal ha ingerido algo tóxico, debe buscar asistencia inmediatamente.
Letargo profundo
En el momento en que, en el lenguaje diario, el animal continúa inmóvil y no responde a los estímulos externos. Al tiempo, la mascota puede retirarse en algún rincón y mantenerse prácticamente inmóvil durante un largo período de tiempo.
Conmociones (asaltos epilépticos)
Las conmociones solitarias raras veces ponen en riesgo la vida. Pero en el caso de conmociones prolongadas que vienen en convulsiones, debe buscar ayuda calificada. Algunas convulsiones tienen la posibilidad de durar hasta 40 minutos. Los paroxismos extendidos y repetidos con cierta frecuencia están infestados de la desaparición del animal.
Lesiones graves
Las lesiones son diferentes, tanto explícitas como latentes. Su gato asimismo puede caerse desde una altura, ser arrollado por un automóvil o una bicicleta y tener heridas ocultas que son invisibles a la vista. Cualquier persona que sea el trauma, el animal ha de ser mostrado urgentemente a un especialista.
Heridas tras luchar con otros gatos
Como sabes, las heridas no son iguales. Varios van acompañados de un sangrado profuso. Las "heridas de batalla" por norma general se tratan con un período de antibióticos. Pero le recomendamos que no se automedique: es preferible enseñar el gato herido con todas y cada una de las cautelas al veterinario.
Una observación: nuestra lista, queridos leyentes, no es exhaustiva. Recuerde la regla de oro: en caso de duda, es mejor ir a lo seguro, no observar pasivamente el avance de los eventos. Muestre su mascota al veterinario, aunque solo sea para aclarar su conciencia. Estar demasiado atento nunca ha dañado a nadie.
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